El ruido es un factor estresante y muy incómodo a no escuchar con claridad.
Lo grave del asunto es que no sólo se trata del ruido provocado por otros sino también del que nos infligimos nosotros mismos.
Además de los vecinos ruidosos, los coches con la música a todo volumen, las motos con un tubo de escape manipulado, las obras públicas, y un largo etc, nosotros mismos realizamos algunas imprudencias como la de utilizar los auriculares a un volumen demasiado alto, algo que acelera el deterioro de nuestro tímpano y lo hace envejecer antes de tiempo, además de la aparición temprana de acúfenos y otros problemas relacionados.
Lamentablemente, la “contaminación acústica” es un fenómeno que va en aumento, siendo la principal causa la actividad humana y sus consecuencias para nuestra salud no sólo son de tipo físico, sino también psicológico: irritabilidad, agresividad, estrés…
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